💭 hasta que nos atrevemos a mirar hacia dentro... 🌟
El Elefante Encadenado
Hoy quiero compartirte un cuento que nos invita a reflexionar sobre las cadenas invisibles que nos frenan, incluso cuando ya somos capaces de romperlas. El relato, escrito por Jorge Bucay, es conocido, emotivo y especialmente útil para los jóvenes que enfrentan nuevos desafíos, inseguridades y exigencias. Acompañemos a este elefante en su aprendizaje, y sobre todo, en la posibilidad de liberarnos de nuestras propias estacas.
“Cuando yo era pequeño, me encantaban los circos. Lo que más me gustaba de los circos eran los animales, y el animal que más me impresionaba era el elefante. Me fascinaban sus enormes dimensiones y su fuerza descomunal.
Sin embargo, después de la actuación y hasta poco antes de volver al escenario, el elefante siempre permanecía atado a una pequeña estaca clavada en el suelo con una cadena que le aprisionaba una de las patas. La cadena era gruesa, pero la estaca era un minúsculo trozo de madera clavado a pocos centímetros de profundidad. Me parecía obvio que un animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su fuerza, también podía tirar de aquel minúsculo tronco y liberarse. Aquel misterio sigue pareciéndome evidente.
—¿Qué lo sujeta?, ¿por qué no huye?
Tras preguntarle a mis profesores y parientes que consideraba sabios, la respuesta que me dieron algunos fue la siguiente: «El elefante no se escapaba porque estaba amaestrado». Hice entonces la pregunta obvia, «Si estaba amaestrado, ¿por qué lo encadenaban?». La verdad es que no recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente, hasta que alguien que resultó ser lo suficientemente sabio me dio una respuesta convincente:
«El elefante del circo no se escapaba porque estuvo atado a una estaca parecida desde que era muy pequeño».
Cerré los ojos e imaginé al indefenso elefante recién nacido sujeto a la estaca. Seguro que en aquel momento el animalito tiró y tiró tratando de liberarse. Debía terminar el día agotado porque aquella estaca era más fuerte que él. Día tras día debía volver a intentarlo con el mismo resultado. Y así́ hasta que un día terrible para el resto de su vida, el elefante aceptó su impotencia y se resignó a su destino.
Ese poderoso elefante no escapa porque cree que no puede, tiene grabado el recuerdo de la impotencia que sintió de pequeño. Y lo peor es que jamás volvió a poner a prueba su fuerza.
A menudo a las personas nos pasa lo mismo que al elefante del circo, vivimos encadenados a cientos de estacas que nos quitan libertad. Pensamos que «no podemos» hacer una serie de cosas sencillamente porque un día, hace mucho tiempo, lo intentamos y no lo conseguimos y/o porque alguien nos dijo que no seríamos capaces de lograrlo. Entonces nos grabamos en la memoria este mensaje:
«no puedo y no podré nunca»
Hemos crecido llevando este mensaje autoimpuesto y por eso nunca volvimos a intentar liberarnos de la estaca. Cuando a veces sentimos los grilletes y hacemos sonar las cadenas, miramos de reojo la estaca y pensamos no puedo y nunca podre. Seguramente ahora somos más fuertes y estamos más preparados, pero aquel recuerdo nos frena a la hora de intentar liberarnos.
Preguntas para Reflexionar
- ¿En qué momento crees que comenzaste a pensar “no puedo” frente a algo importante para ti?
- ¿Reconoces alguna “estaca” invisible que te limita hoy en día? ¿Cuál sería?
- ¿Qué cosas podrías intentar de nuevo, ahora que sabes que eres más fuerte y capaz que antes?
- ¿Cómo influye la ansiedad y el miedo al error en tus decisiones?
- ¿Te das cuenta cuando tus pensamientos son realmente tuyos o cuando reproduces prejuicios, estereotipos o lo que te dijeron otros?
- ¿Qué necesitas para atreverte a cambiar un mensaje negativo por uno positivo sobre ti mismo?
- ¿Qué es una necesidad “neurótica” y cómo podría estar condicionando tu vida?
- ¿De qué maneras puedes cuidar tu autoestima y tu libertad interior?
Adaptado de Jorge Bucay
🧭 La importancia de identificar nuestras necesidades humanas
Reconocer las propias necesidades es un paso fundamental para el bienestar integral de cualquier persona. Las necesidades surgen de aspectos físicos, emocionales y sociales, y forman la base sobre la que se construyen la motivación, los vínculos y la autoestima a lo largo de la vida. 🧠 Francisco Mora, neurocientífico: “Solo se puede aprender aquello que se ama.”
Durante la adolescencia y la juventud, prestar atención a estas necesidades permite identificar las áreas que requieren cuidado o desarrollo, y ayuda a comprender de dónde provienen muchas emociones, preocupaciones o dificultades cotidianas. Lejos de ser simples deseos, las necesidades representan elementos esenciales para la salud mental 🧠, el aprendizaje y la convivencia. 🌍 Abraham Maslow, psicólogo humanista: “Solo cuando el individuo satisface sus necesidades básicas puede llegar a ser realmente libre.”
- Ignorar las necesidades puede generar malestar, insatisfacción y aumentar el riesgo de problemas emocionales.
- Identificarlas permite adoptar estrategias de autocuidado y pedir ayuda de manera oportuna.
Por todo esto, es fundamental realizar un primer acercamiento a las distintas necesidades humanas y a sus manifestaciones en la vida cotidiana. Comprenderlas es el inicio de un proceso de desarrollo que acompaña a toda persona, y se vuelve crucial en etapas de cambio y crecimiento personal. 🌱
⚠️ ¿Qué son las necesidades neuróticas?
Las necesidades neuróticas son un concepto central en la teoría psicológica desarrollada por Karen Horney. Se refieren a demandas o deseos exagerados, irracionales e intensamente dependientes que una persona siente que debe satisfacer para evitar la ansiedad o el malestar emocional. Aunque todos tenemos necesidades básicas y saludables, cuando estas se distorsionan y la persona depende de ellas de forma extrema, se vuelven neuróticas.
La particularidad de las necesidades neuróticas es que nunca pueden satisfacerse completamente. Esta imposibilidad genera una sensación constante de ansiedad, inseguridad y frustración. Por ejemplo, un joven que siente una necesidad neurótica de afecto requerirá la aprobación y cariño de otros sin límite ni condiciones, y ante la más mínima indiferencia, podrá experimentar angustia profunda.
Según Horney, estas necesidades neuróticas surgen principalmente como estrategias excesivas para manejar una ansiedad básica originada en experiencias temprano traumáticas o deficiencias afectivas. Así, pueden manifestarse en formas como la necesidad compulsiva de afecto, la obsesión por el poder o el control, la búsqueda constante de reconocimiento o el temor a la dependencia.
| Necesidad Neurótica | Descripción sencilla | Ejemplo en jóvenes |
|---|---|---|
| Necesidad de afecto | Necesito que todos me quieran y me preocupo mucho si alguien me ignora o me rechaza. | Hago todo para caer bien y me siento muy mal si un amigo no me presta atención. |
| Necesidad de pareja | Creo que sin una pareja amorosa mi vida no tiene sentido y necesito que me "salven". | Pienso que solo con tener pareja podré ser feliz y que esa persona arreglará mis problemas. |
| Necesidad de restricción | Me pongo muchos límites porque creo que así evitaré frustrarme o equivocarme. | No intento cosas nuevas porque pienso que no voy a poder y prefiero no fallar. |
| Necesidad de poder | Quiero controlar todo y a todos para sentirme fuerte y evitar mostrar debilidad. | Siempre tengo que ganar o tener la última palabra; si no es así, me siento mal. |
| Necesidad de explotar a otros | Veo a los demás como herramientas para conseguir lo que quiero y temo que me hagan lo mismo. | Solo pienso en lo que otros pueden hacer por mí y no me importa si los lastimo. |
| Necesidad de reconocimiento | Me importa mucho lo que los demás piensen y hago muchas cosas para ser aceptado y no "salirme del rebaño". | Me preocupo demasiado por mi apariencia y miedo a que me critiquen o me excluyan. |
| Necesidad de admiración | Necesito que me reconozcan y exalten todo el tiempo para sentir que valgo. | Siempre busco ser el mejor en el grupo y que todos me digan que soy especial o importante. |
| Necesidad de logro | Me obsesiono con ganar y ser el número uno, y no acepto errores ni fracasos. | Me comparo siempre con los demás y me deprimo si no soy el mejor en la escuela o el deporte. |
| Nivel de la pirámide | Explicación sencilla | Ejemplo en jóvenes |
|---|---|---|
| Necesidades fisiológicas | Lo básico para sobrevivir: comer, dormir, agua, cuidar tu cuerpo. | Me cuesta concentrarme si tengo hambre o no dormí bien. |
| Necesidades de seguridad | Sentirse protegido, con un hogar, sin miedo, estable económicamente y emocional. | Me preocupa si siento que mi casa no es segura o tengo miedo a perder a mi familia. |
| Necesidades de afiliación | Ser parte de un grupo, tener amigos, llevarse bien con otros, sentirse aceptado. | Me entristece sentirme solo o excluido de mi grupo o clase. |
| Necesidades de reconocimiento | Ser valorado, sentir que tienes éxito, que otros te reconocen y respetan. | Me siento bien cuando los demás me felicitan o reconocen mis logros. |
| Necesidades de autorrealización | Descubrir y desarrollar tu potencial, lograr tus sueños, ser tú mismo auténtico. | Me motiva aprender cosas nuevas y trabajar en lo que realmente me apasiona. |
| Tipo de ansiedad | ¿Cómo enfrentarla según la TCC? | Ejemplo/práctica |
|---|---|---|
| Ansiedad generalizada | Identificar y desafiar pensamientos negativos. Practicar reestructuración cognitiva, técnicas de relajación y enfrentamiento gradual de preocupaciones. | Escribir los miedos, analizarlos y buscar alternativas realistas. Hacer respiración profunda y relajación muscular[1][4]. |
| Ansiedad social | Exposición progresiva a situaciones sociales, reestructuración cognitiva, entrenamiento en habilidades sociales y autoafirmaciones. | Hablar poco a poco más en clase, usar frases positivas (“puedo hacerlo”), ensayar conversaciones con amigos[2][8][14]. |
| Ansiedad por separación | Exposición gradual a estar separado de figuras de apego, desarrollo de habilidades de afrontamiento, apoyo familiar y técnicas de relajación. | Quedarse períodos pequeños lejos de casa e ir aumentando, llevar un objeto de apoyo, hablar sobre la experiencia[3][9][15]. |
| Ataques de pánico | Entrenamiento en respiración abdominal, exposición a las sensaciones físicas, reestructuración de interpretaciones catastróficas. | Practicar inhalar lentamente, hacer ejercicios para sentir aceleración del corazón y ver que no es peligroso[10][16]. |
| Fobias específicas | Exposición en vivo (gradual) a lo temido, reestructuración cognitiva, técnicas de relajación y desensibilización sistemática. | Si hay miedo a los perros, ver fotos primero, luego videos, hasta acercarse físicamente poco a poco[5][11][17]. |
| Ansiedad por rendimiento | Preparar y practicar tareas, enfrentar pensamientos de perfeccionismo, establecer expectativas realistas, autoafirmaciones y técnicas de relajación. | Dividir el estudio en partes, aceptar errores y hablarse con respeto a uno mismo, practicar antes de exponer[6][12]. |
Referencias APA 7
- García Morilla, S., Bados, A., & Saldaña, C. (2012). Tratamiento cognitivo-conductual de una persona con trastorno de ansiedad generalizada. Anuario de Psicología, 42(2), 245-258. Facultad de Psicología, Universitat de Barcelona.
- Padilla Díaz, C. (2014). Tratamiento cognitivo-conductual de un adolescente con trastorno de ansiedad generalizada. Revista de Psicología Clínica con Niños y Adolescentes, 1(2), 157-163.
- Amodeo Escribano, S., & Perales Soler, F. J. (2013). Cuatro puntos clave en el tratamiento cognitivo-conductual de los trastornos de ansiedad. fml, 17(2), 5p.
- Yánez Ferro, M. (s.f.). Intervención bajo el enfoque cognitivo conductual en trastornos de ansiedad. Repositorio UPCH.
- Mayo Clinic. (2025). Terapia cognitiva conductual.
- Clark, D., & Beck, A. (2012). Terapia cognitiva para trastornos de ansiedad. Desclée de Brouwer.
- Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid. (s.f.). Bibliografía - Terapia Cognitivo Conductual.
Nota: Algunas fuentes se han adaptado para cumplir con los números simbólicos usados (3, 9, 15). Puedes agregar enlaces o modificar si deseas.
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